Cuando alguien vomita en un avión.
Cuando comes delante de alguien que no está comiendo.
Cuando alguien canta en un funeral.
Cuando se te mojan los calcetines.
Cuando se te olvida ponerte desodorante.
Cuando mandas un mensaje sarcástico y la otra persona te responde en serio.
Cuando dos personas cuchichean y se ríen.
Cuando estás en casa de unos amigos que son pareja y empiezan a discutir delante de ti.
Cuando el jefe te llama a su despacho.
Cuando tu pareja tiene “algo que decirte”.
Cuando no sabes si dar la mano o dos besos.
Cuando alguien te habla demasiado cerca.
Cuando celebras tu cumpleaños en un restaurante y los camareros sacan un pastel por sorpresa.
Cuando tienes que cantar el cumpleaños feliz en un restaurante.
Cuando no sabes de qué hablar con el peluquero.
Cuando alguien hace ruido al comer sopa.
Cuando te quedas a solas con un niño.
Cuando ves “Irreversible” con tus padres.
Cuando alguien al que acabas de conocer te explica su historial clínico.
Cuando levantas la cabeza y ves a alguien mirando lo que haces en el móvil.
Cuando te preguntan sobre tus planes de futuro y no tienes ni idea de qué hacer con tu vida.
Cuando quieres enseñarle un vídeo de YouTube a alguien y tarda siglos en cargarse.
Cuando alguien te recomienda una serie que odias.
Cuando te encuentras con alguien que no te ha respondido los últimos 3 emails.
Cuando te encuentran con alguien al que no le has respondido los últimos 3 emails.
Cuando alguien te pregunta por qué nunca le pones likes a sus fotos de Instagram.
Cuando Pablo Motos entrevista a un actor de Hollywood.
Cuando alguien de tu mesa es grosero con un camarero.
Cuando un niño insulta a su madre en público.
Cuando el vecino abre la puerta del ascensor y te pilla mirándote en el espejo.
Cuando te encuentras con compañeros de universidad con los que nunca tuviste demasiada relación.
Cuando te despides de alguien y os dais cuenta de que vais en la misma dirección.
Cuando alguien que te acaba de conocer te llama por el apodo con el que te llaman tus amigos del colegio.
Cuando en una reunión de trabajo dos personas empiezan a hacerse reproches personales.
Cuando la pescadera te llama “cariño”.
Cuando un taxista hace comentarios políticos totalmente opuestos a tus ideas.
Cuando alguien respira muy fuerte.
Cuando ves a alguien que conoces en la misma acera pero todavía tenéis que andar unos metros para poder hablar.
Cuando un amigo te enseña la música que hace y no te gusta nada.
Cuando haces caca justo después de ducharte.
Cuando alguien te hace una pregunta sobre tu sector profesional y no sabes la respuesta.
Cuando vuelves a coincidir con alguien a quien conociste en una boda cuando ambos ibais muy pedo.
Cuando la gente se pone demasiado personal en Facebook.
Cuando alguien se pone a toser y no puede parar.
Cuando una pareja se llama por alguno de sus apodos cursis en público.
Cuando en una conversación alguien da por sentado que le vas a dar la razón.
Cuando vas por primera vez a un restaurante y el camarero te trata con demasiada confianza.
Cuando quedas con un amigo y un amigo suyo y, de pronto, el amigo mutuo va al baño.
Cuando recuerdas cómo eras cuando tenías 18 años.
Cuando lees esta lista y te das cuenta de que coincides con la mayoría de puntos.
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