Sin duda, los hábitos alimenticios de los niños cambian en la medida que crecen, se desarrollan y aprenden nuevas cosas.
La alimentación en el primer año de vida es sencilla, ya que durante los primeros 6 meses se basa exclusivamente en la ingesta de leche materna y/o fórmulas infantiles.
Posteriormente se agregan a su dieta los alimentos de los diversos grupos (frutas, verduras, carnes, etc.), hasta integrarlo a la dieta familiar entre los 9 y 12 meses de edad, sin dejar de lado el consumo de la leche materna o fórmulas.
Durante este primer año, el crecimiento de un niño es impactante (duplicará su peso a los 6 meses y lo triplicarán a los 12) por lo que ingieren sus alimentos con mucho más apetito y sin mayores complicaciones.
Después de los 12 meses, el régimen alimenticio puede verse afectado debido a que el crecimiento deja de ser tan acelerado (y ya no tienen el mismo apetito de antes). Además comienza a interactuar más con su entorno, razón por la que la hora de la comida se vuelve un momento aburrido y poco llamativo comparado con otras actividades como aprender a caminar o jugar.
La importancia de una adecuada alimentación
A nivel mundial, los malos hábitos alimenticios provocan alteraciones en el estado nutricional de los niños, siendo la anemia una de las más frecuentes.
A nivel mundial, los malos hábitos alimenticios provocan alteraciones en el estado nutricional de los niños, siendo la anemia una de las más frecuentes.
Según las encuestas, el grupo con mayor riesgo de sufrir anemia en nuestro país son los niños y las niñas de 12 a 24 meses de edad, debido a su rápido crecimiento y a una ingesta inadecuada de hierro.
La anemia provoca una disminución en la actividad de los neurotransmisores, causando alteraciones en el aprendizaje, en las habilidades cognoscitivas y en el área motora de los niños, por lo que se vuelven menos atentos a su entorno, muestran menor emoción en sus actividades diarias, se vuelven más titubeantes y más cansados.
| Población con anemia en: | |
| África | 56% |
| Asia Oriental | 56% |
| México | 27% |
| América Latina | 26% |
| A nivel mundial | 43% |
Otros factores que pueden acentuar la anemia son:
- Aparición de parasitosis
- La ingesta de leche de vaca durante el primer año de vida. La ingesta temprana (primeros 6 meses) de este tipo de leche favorece en un 50% el sangrado microscópico y en un 25% en niños entre los 6 y 12 meses de edad.
- La ingesta excesiva (más de 750 ml diarios) después del primer año. Este exceso disminuye la ingesta de otros alimentos, además de bloquear la absorción de hierro.
- Desnutrición
¿Qué darle?
Para evitar las deficiencias nutricionales y la anemia sigue estos consejos.
Para evitar las deficiencias nutricionales y la anemia sigue estos consejos.
1. Dale a tu hijo exclusivamente leche materna durante los primeros 6 meses de vida.
2. Si tu bebé es prematuro o nació con bajo peso (menos de 2.5 kilos) habla con tu pediatra sobre darle algún suplemento de hierro.
3. A partir de los 6 meses de edad, comienza con la ablactación.
4. En caso de suspensión de la leche materna, ofrécele fórmulas infantiles enriquecidas con hierro.
5. Evita darle leche entera durante el primer año, ya que su bajo aporte de lactosa disminuye la absorción de calcio.
5. Evita darle leche entera durante el primer año, ya que su bajo aporte de lactosa disminuye la absorción de calcio.
6. Fomenta una dieta equilibrada con alimentos ricos en hierro durante toda su infancia.
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