La vitamina K es ampliamente conocida la vitamina de la coagulación, ya que resulta fundamental en este proceso, y también en la producción de glóbulos rojos. Lo que han revelado recientes investigaciones es que la vitamina K2 tiene muchos más beneficios para el organismo de lo esperado, al ser vinculada a la salud ósea y a la salud cardiovascular. Además es absorbida por el organismo con mayor facilidad que la variedad K1, perdurando así durante más tiempo en la sangre e incrementando sus propiedades benignas.
Una buena fuente de vitamina K son los vegetales verdes, como el brócoli y la espinaca, los aceites vegetales y cereales. También está presente en menor cantidad en carnes (como el pollo) y en los lácteos.
Se recomienda una ingesta al día de 0,001 miligramos de vitamina K por cada kilo del peso corporal de una persona. La deficiencia de esta vitamina es poco común, y tan dañina para el cuerpo como el consumo excesivo. Los expertos aseguran que para prevenir la osteoporosis es mejor priorizar en la ingesta de calcio y vitamina D.