1. Cuece las verduras y las frutas en un poco de agua, y con esa misma haz la papilla.
2. Las frutas, entre más maduras son más suaves. Puedes iniciar con mazaba, pera, plátano y durazno.
3. Pasa los purés por un colador, pero no cueles las papillas.
4. Para picados finos, utiliza un cuchillo filoso de manera que queden trozos pequeños. El tamaño debe ser en cubos de 1/2 cm aproximadamente.
5. Cuando introduzcas pollo y carne, prefiere utilizar su jugo para cocinar las preparaciones.
6. Evita la sal, azúcar, limón y otros condimentos. Es importante que tu bebé los pruebe al natural para que no se acostumbre al sabor alterado que dan esos ingredientes.
7. Cocina porciones pequeñas para que coma lo más fresco posible. Por ejemplo, con 1/2 chayote se obtiene la papilla para tres o cuatro días.
8. Las papillas no deben pasar más de cuatro días en el refrigerador. Las de verduras se pueden congelar en los recipientes para hielos e irse descongelando conforme se necesiten. Las de frutas no se deben congelar ya que pierden algunas vitaminas.
Recuerda que tanto la lactancia materna y/o la leche de fórmula, debe ser incluida durante todo el primer año de vida, ya que es un alimento completo que incluye vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas, necesarios para el óptimo desarrollo de tu peque.
