2. Todo a su medida: para facilitarle las cosas debes comprarle una cuchara apropiada para su edad, en lugar de darle una de postre que tengas en casa. Recuerda que tiene que ser de plástico, pequeña y plana.
3. Llegó el gran día: para empezar a darle de comer con cuchara, elige un día en el que esté relajado y tenga mucha hambre. No aproveches la ocasión para darle también a probar sabores nuevos, porque lo agobiarás. Todo deber ser poco a poco.
4. ¡Qué rico!: al darle de comer no llenes mucho la cuchara. Deposita el alimento en su boca y deja que él tome la comida con el labio superior; así practicará el movimiento que es básico para que no se le caiga la comida por las comisuras de los labios. Dale otra cuchara para que vaya "practicando", aunque se manche. Es la única forma de que aprenda a utilizarla bien.
5. La práctica hace al maestro: su primera taza debe ser irrompible, específica para niños de su edad y tener dos asas y una tapa con popote. Aprenderá a usarla por imitación, así que procura beber a la vez que él.
6. ¡Lo logramos!: al utilizar la cuchara y la taza, tu pequeño entrena la coordinación mano-boca y controla su fuerza. Tardará un tiempo en poder comer él solito, sin ningún tipo de ayuda, pero a base de intentarlo y de verte comer lo conseguirá en poco tiempo. Este avance es todo un hito en su desarrollo: le dará más autonomía y favorecerá su integración familiar y social. ¡Buena suerte!
