2. Que sea inteligente. No hablamos de que se gane el Nobel de química, sino de que tenga tema de conversación y no termine hablando de todo el deporte que hace, de en qué discoteca se la pasó el fin, ni de demás cosas superficiales.
3. Que sea (“súper”) exitoso. Lo sabemos, lo saben: todos los seres humanos necesitamos tener una pareja de quien sentirnos orgullosos. No hay nada más importante en el mundo que poder sentirte bien de la persona con la que compartes tu vida.
4. Que sea detallista. No tiene que ser cumpleaños de uno para recibir un regalito. Y no hablamos solo de cosas materiales, una llamada, un beso impulsivo, una llegada sorpresa, una cosa suuúper cursi como una carta siempre se agradece.
5. Que se lleve bien con mis amigas/familia. No hay nada más incómodo que el hecho de que tu pareja resulte una molestia para tus inseparables amigas. Vamos, son las personas con las que pasas el 80% de tus días, ¿por qué tendría que ser un infierno para todos ese bonito momento en que se te ocurrió juntarlos?.
6. Que sepa cuidarse. No nos referimos a una persona que haga deporte todo el día, que esté metido en el gimnasio y que tenga músculos por todo el cuerpo. Hablamos más bien de un hombre que tenga hábitos sanos, que le guste estar saludable y que no pase su vida comiendo chatarra tirado en un sillón.
7. Que sea simpático. No es algo físico, se trata de personalidad. Nos gusta que nos hagan reír. Y no hablamos de esos que se creen chistosos sino de un auténtico y despreocupado galán que no esté todo amargado, estresado y enojado con la vida. Ellos también se ven mejor cuando sonríen.
8. Sensible. No el chico meloso que anda por la vida repartiendo corazones y llorando por todo. Va más bien a un hombre que sepa sensibilizare y que sepa ser romántico en los momentos adecuados.
