"Tenemos que hablar"
Carlos Vázquez, un marido de 27 años de edad, dijo al respecto: "a menos que desees desencadenar un ataque de ansiedad en tu marido, evita esta frase a todo costo. Es mucho mejor decir lo que tienes que decir sin tener que iniciar con dicha oración". Él dice, "en cuanto escucho: 'tenemos que hablar´ paso cada segundo, entre esta frase y el momento en el que veré a mi esposa, preocupándome por lo que pude haber hecho mal". "Si quieres asustar a tu esposo y llenarlo de preocupación, adelante, dile esto al inicio del día, y verás los resultados".
"¿Estás seguro de que puedes hacerlo solo?"
Carlos comentó que cuando tu marido te dice: "Yo lo hago", quiere decir: "Yo lo hago". Pedirle otra vez si puedes ayudar es como decir: "No creo que seas capaz de hacer esto". También agregó que "si es absolutamente necesario ofrecer tu ayuda de nuevo, debes decir algo como, 'Cariño, si necesitas ayuda, avísame'". Es muy frustrante y humillante que la mujer no pueda confiar en la capacidad de su esposo de hacer una tarea simple en el hogar.
"¿Ya hiciste lo que te pedí?"
Si tu esposo ya está trabajando en alguna reparación en el hogar o si está ocupado, estresado, o en la mitad de alguna otra actividad no lo instigues pidiéndole que haga aún más cuando obviamente ya tiene las manos ocupadas. No le pases una lista de cosas que tiene que hacer o que debería de estar haciendo. Si hay algo que puedes hacer para aliviarle la carga, hazlo, un buen esposo se dará cuenta de tu esfuerzo y después te pagará con la misma moneda.
"¿Por qué no eres más romántico?"
Cuando dices esto, tu esposo entiende: "Nunca eres romántico ni detallista conmigo". Si quieres que tu esposo vuelva a ser tan romántico como cuando eran novios, no lo ataques ni critiques, mejor busca maneras de motivarlo y darle oportunidades de ser el hombre que quieres que sea.
La emoción de recibir flores o chocolates o planear una cita solo para ustedes dos, se pierde cuando la esposa quiere decidirlo todo y le dice al esposo exactamente lo que debe de decir, cómo y cuándo. Si quieres incentivar el romanticismo en tu matrimonio, trata de empezar contigo misma. Sorprende a tu esposo con un detalle o hasta regándole flores y después disfruta de los resultados.
"Niños, no le hagan caso a su padre"
Nunca critiques a tu esposo, ni sus decisiones, en frente de los niños. En el libro, "Cómo ser el hombre que una mujer quiere: verdades sobre cómo ser un buen candidato", Elliott Katz, entrevistó a numerosos padres y todos afirmaron que es muy importante para ellos que su esposa no los critique como hombres y padres en frente de sus hijos.
"Si tienes algún problema con tu esposo, háblalo en privado", dijo Katz. "Si hablas mal de él enfrente de tus hijos, tu esposo se sentirá como que su opinión no cuenta y puede aislarse de las responsabilidades que incluyen la crianza de los hijos".
¿Qué si me casaría contigo de nuevo? ¿Se debe tropezar dos veces con la misma piedra?
No te burles, ni critiques a tu marido delante de amigos, ni siquiera en broma. Tus palabras negativas no lo harán cambiar. Solo lo lastimarás y al final harás que te tenga resentimiento.
"Me debí haber casado con alguien con dinero"
Si tu esposo tiene un trabajo, es responsable y está haciendo todo lo posible para ganar suficiente para correr con los gastos de la casa, no minimices su esfuerzo por mantener a la familia. Decir esto no es solamente doloroso, sino también es peligroso, ya que él podría terminar deseando haberse casado con otra que fuese más agradecida y comprensiva. Lo más importante es cuidar lo que dices y cómo lo dices; recuerda que tu esposo también es una persona sensible y con sentimientos.
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