Sarah Smith, se propuso tomar más agua en su rutina diaria para mejorar su digestión y reducirdolores de cabeza. De tomar sólo un litro al día, tomó tres más durante un mes.
Durante cada semana, Sarah fue documentando su proceso. Cada semana que transcurría, perdió medio kilo, además de irse sintiendo mejor y con menos dolores de cabeza, sin embargo al tomarse la foto final, descubrió algo sorprendente.
Si comparamos su foto de inicio a la final, notaremos que sus arrugas disminuyeron notablemente, además las bolsas debajo de sus ojeros y sus ojeras se redujeron muchísimo.
Quien iba a decir que lo que empezó como un experimento para mejorar la salud, terminó con grandes beneficios estéticos.
Si a ustedes no les gustaba tomar agua, tal vez esto las haga cambiar de opinión.
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