Él es uno de los alumnos de Infant Swimming Resource (ISR), un método estadounidense que tiene como objetivo enseñarles a los niños técnicas de autorrescate diseñadas para ayudarlos a sobrevivir, en caso de que caigan al agua y se encuentren solos.
Según Susana Ponce de León, instructora certificada de ISR en Colombia, existen más de 7 mil 750 niños en el mundo con más de 800 casos documentados de alumnos que salvaron su vida usando las habilidades aprendidas.
En Colombia, añade, la lista de estudiantes es de 20 y aumenta día a día. Este programa se dio a conocer masivamente en nuestro país hace 4 meses (aunque llegó hace año y medio).
En qué consiste
ISR se rige por la teoría de Piaget, denominada Sensory Motor Learning. Es decir, “es un aprendizaje motosensorial, donde ellos, a través de las sensaciones que les proporciona el instructor, actúan. Por ejemplo, cuando ellos ven que el agua les está subiendo, tienen que cerrar la boca y abrir los ojos para saber para dónde van. Y ese tipo de cosas las aprenden rapidísimo”, cuenta Susana.
Infant Swimming Resource tiene dos tipos de programas, según la edad del niño. Un bebé entre 6 meses y un año y medio aprende a bloquear la respiración, luego se va a voltear sobre su espalda para así flotar, mientras respira, descansa y espera a que alguien llegue a su rescate. Según la instructora, “un niño puede flotar mucho tiempo. En ISR se han hecho pruebas de cinco minutos de espera, pues se cree que antes de este tiempo, un papá se debe dar cuenta de que su hijo está ausente y más cuando está en un lugar donde se pueda accidentar”.
Los pequeños no necesitan gafas, flotadores y, en resumen, ningún elemento que los haga sentirse seguros, pues el día que caigan al agua, no tendrán nada ni nadie que los ayude.
Este programa dura seis semanas. Las clases son de 10 minutos y deben realizarse de lunes a viernes.
Los niños entre año y medio y seis años, por su parte, van a aprender una secuencia que consiste en nadar, flotar, nadar, flotar y así sucesivamente, lo que los ayudará a desplazarse para llegar a un punto seguro como una pared, una escalera o un borde de donde puedan agarrarse y/o salirse.
En las clases, entonces, aprenden a bloquear la respiración, agarrarse de un borde y llegar a él con la cabeza debajo del agua, con su cuerpo en posición horizontal, dar patadas y flotar.
“Si, por ejemplo –dice Susana–, los niños caen en un lugar donde no hay borde, van a tener el recurso de flotar. Y, si hay de dónde agarrarse, llegarán a ese punto”.
El programa dura ocho semanas y también debe practicarse todos los días, en sesiones de 10 minutos.
“Los más pequeños de esta etapa no patalean como los grandes. Entonces, aunque esta técnica no se olvida, porque es como montar bicicleta, se deben tener sesiones de mantenimiento anual porque los niños van creciendo y pueden ir aprendiendo más”, explica la instructora de ISR.
Diferencias con la natación
En natación, el niño aprende a nadar, a querer el agua, a moverse, el autorrescate es diferente. La natación es un complemento del método Infant Swimming Resource porque, “si uno niño se cae al agua, en cuatro segundos, ya está respirando sobre su espalda. Pero si no ha aprendido el método, y cae a un lugar donde no hay de dónde agarrarse, no tiene la capacidad de reaccionar y se va a asustar. La natación no es mala, sino que es diferente”, explica la instructora Susana Ponce de León.
Para ella, además, “lo importante no es que el bebé nade, lo importante es que sea un sobreviviente en el agua”.
¡Al agua!
También existen videos en Internet que muestran claramente cómo funciona el método. En YouTube se pueden buscar por ISR o infant swimming resource self-rescue.
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