Analizando este mensaje, que muy poca gente lee, podemos encontrar la leyenda "si opta por no estar de acuerdo con estos términos, no podrá utilizar el servicio".
Mientras algunas de las premisas son las normales, como el deslinde de responsabilidad de lo que se envía por el usuario, se indica que está prohibido el envío de mensajes masivos "más allá de lo humanamente posible" por medio de robots o el rastreo con los llamados sistemas "spiders" (arañas).
Esto significa que las cadenas que se mandan por la app, si son mandadas con mucha frecuencia, serán motivo de sospecha y el primer aliciente para suspender el servicio.
De acuerdo con el medio ABC.es, otro de los motivos es la llamada recolección de números de teléfono con fines comerciales o mandar mensajes de spam.
Sin embargo, algo que muchos hacemos y está en teoría prohibido, es que la app especifica que "su uso es estrictamente personal" y no se permite que las empresas o particulares lleguen a sus clientes por este medio.
Otro uso relativamente común es el envío de material con derechos de autor, como música o imágenes, y más importante es que queda prohibido enviar mensajes falsos que puedan hacer daño a WhatsApp o a un tercero (como chismes); y tampoco se puede enviar material obsceno, amenazante o ilegal, como cuando se mandan imágenes subidas de tono a alguien.
La app nos indica que ellos tienen la libertad de borrar cualquier contenido sin previo aviso, si lo consideran en contra de sus condiciones o que son "demasiado largos" o tengan un "interés limitado"