Si un día de estos sales a correr y te encuentras a alguien corriendo al revés, no te asustes. Probablemente esa persona se encuentre en plena 'operación bikini' y haya llegado hasta sus oídos que corriendo de espaldas se pierden más calorías que si lo haces al estilo de todo la vida.
Hay un estudio que demuestra esta teoría. Está publicado en la revista Proceedings of the Royal Society y demuestra que corriendo hacia atrás se queman más del doble de calorías. Además, esta técnica también nos ayuda a mejorar el equilibrio y es menos agresiva con las articulaciones.