El cuerpo humano está repleto de vasos sanguíneos que conectan todas las áreas claves del cuerpo con el corazón. La longitud de los vasos sanguíneos es de casi 100 mil Km, en comparación, la circunferencia de la Tierra es de 40 mil Km. La sangre distribuye el oxígeno y los nutrientes, además de transportar los deshechos al hígado y los riñones.
Ha habido numerosos intentos por crear sangre artificial que cumpla las mismas funciones. Hasta ahora, no se ha podido crear un sustituto sanguíneo seguro. Los dos tipos más comunes de sangre artificial son HBOC (portador hemoglobina basada en oxígeno) y PFC (perfluorocarbonos), sin embargo, causan fuertes efectos secundarios y han tenido altas tazas de mortandad en ensayos clínicos.
El equipo de científicos, liderado por el Prof. Radu Silaghi-Dumitrescu, ha trabajado durante los últimos 6 años en una nueva clase de sangre artificial, compuesta principalmente por agua, sal, albúmina, y la proteína hemerythrin. Ésta última, extraída de gusanos marinos, es el secreto detrás de su posible éxito, ya que vuelve a la sangre artificial resistente al estrés.
A pesar de los buenos resultados preliminares, continuará la experimentación con ratones. Únicamente cuando se haya comprobado que no es tóxica podrá ser probada en humanos. Mientras tanto, los investigadores preparan su estudio para publicación y desarrollan su patente.
