Alerta por medusa toxica en costas de Yucatán

La medusa marina más tóxica en el mundo apareció en las playas de Yucatán; se trata de un animal pequeño pero peligroso, y ya varios ejemplares de la especieChiropsalmus cuadrumanus fueron hallados en un Puerto de Abrigo de Progreso.

Investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) y del Cinvestav registraron la aparición de una decena de estas “avispas de mar”, y avisaron a la Secretaría de Salud estatal.

Esta “aguamala” o medusa, que pertenece a la clase Cubozoa, de ahí su nombre común “cubo”, se desplaza en la costa de Yucatán. Los investigadores de la Uady lograron capturar al menos 10 de estos ejemplares que se dispersan no sólo por las corrientes, sino por impulso propio.

La confirmación de la presencia de esta variedad lanza el reto de impulsar un proyecto para estudiar a detalle la presencia de estos invertebrados marinos, y poder así conocer mejor sus posibles afectaciones.

Lorena Violeta León Deniz, del Departamento de Biología Marina del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Uady, y el estudiante de doctorado en el Cinvestav, Lucio Loman Ramos, señalaron que se trata de una especie que merece mayor atención para conocer mejor los efectos que su presencia puede causar.

En la costa de Yucatán se encuentran diferentes tipos de medusas:
En la temporada arriban las que se conocen como fragata portuguesa y son las Physalia, de toxicidad mediana.
La medusa de manglar que se ubicó en Progreso ya aumentó su distribución, ahora también se le localiza en Sisal, Celestún, Río Lagartos y en el Caribe se ha reportado en Florida. Es de toxicidad mediana.
En las aguas de la ría de Progreso también hay hidromedusas microscópicas, de toxicidad baja.
La novedad en los registros es la medusa cubo, por su alto nivel de toxicidad.

Las medusas, según su especie, tienen tentáculos que pueden medir de 20 a 30 centímetros.

Cuando una medusa llega a la playa muere y comienza a descomponerse, ya que se componen en más de un 80 por ciento de agua, pero sus tentáculos aún pueden estar activos por varias horas, por lo que se recomienda no tocarlos, y en caso de tener contactos con ellos, usar vinagre para inhibir el veneno por contacto.

¿Cómo llegaron?

Investigadores de la Uady, el Cinvestav y el Cetmar, Progreso, coordinan acciones que ayuden a ubicar mejor a las medusas cubo, para tratar de entender cómo llegaron a la costa yucateca.

Con el apoyo del Cetmar se prevé hacer un análisis incluso de las aguas de lastre de las embarcaciones, para tratar de encontrar si esa fue una de las vías de traslado, además de las corrientes marinas.

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